Resumen

Implantación de biomarcadores para adecuación del manejo diagnóstico del traumatismo craneoencefálico leve en urgencias hospitalarias

Pilar María González Romero1, María Cecilia Martín Fernández de Basoa2, María Teresa Concepción Masip2

Filiación de los autores

1Servicio de Urgencias, Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Tenerife, España. 2Servicio de análisis Clínico, Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Tenerife, España.

DOI

Cita

González Romero PM, Martín Fernández de Basoa MC, Concepción Masip MT. Implantación de biomarcadores para adecuación del manejo diagnóstico del traumatismo craneoencefálico leve en urgencias hospitalarias. Rev Esp Urg Emerg. 2024;3:236–9

Resumen

INTRODUCCIÓN. El uso de los biomarcadores GFAP y UCH-L1 pueden mejorar la asistencia en urgencias hospitalarias del paciente con un traumatismo craneoencefálico (TCE) leve, reduciendo la realización de tomografías computarizadas de cráneo (TCc) y de los tiempos de asistencia.
MATERIAL Y MÉTODO. Estudio observacional retrospectivo sobre una muestra de conveniencia de pacientes mayores de 18 años atendidos en un servicio de urgencias hospitalarias, en las primeras 12 horas tras un TCE leve, entre diciembre del 2022 y febrero de 2024, y a los que se les solicitó los biomarcadores GFAP y UCH-L1 (marcadores de TBI). Como grupo control se utilizaron los pacientes atendidos en el mismo servicio y con el mismo diagnóstico, entre octubre 2021 y octubre 2022, periodo sin determinación de biomarcadores.
RESULTADOS. Se solicitaron 321 test de TBI, con resultado positivo en 214 pacientes. Se solicitó TCc a 199 de ellos, de los que el 86,43% resultaron normales. Se dejaron de realizar 92 TCc (28,67% de la serie). La sensibilidad y el valor predictivo negativo de los TBI fue del 100%. Los pacientes con TBI y TCc negativos, tras el informe de radiología, presentaron una estancia en urgencias inferior (3:27 ± 03:32 vs 4:53 ± 10:18).
CONCLUSIÓN. Los TBI GFAP y UCH-L1 son en combinación un excelente biomarcador para descartar lesiones intracraneales en pacientes con TCE leve en las primeras 12 horas post-TCE. La implantación protocolizada de los TBI, mejora la eficiencia de la atención, evitando la exposición a dosis de radiación y optimizando recursos.

 

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